lunes, 16 de enero de 2012

Segunda Parte - Una Promesa

*Un día cualquiera sentada bajo un árbol en el parque que hay al lado del centro comercial. De repente alguien me habla*
Alguien: ¿Qué estás leyendo?
Yo: Harry Potter.
Alguien: Interesante. A mi también me gusta.
Yo: A mi me encanta. 
*Estaba muy metida en el libro y tardé en reaccionar y darme cuenta de que alguien me había hablado. Entonces, me di la vuelta para informarme quién era*
Yo: ¡Vaya! Si eres tú...
Edward: El único. *Se ríe* ¿No te alegras de volver a verme?
Yo: Pues sí. No siempre puedo ver a alguien tan influenciable...
Edward: Osea, ¿para ti soy solamente una persona influenciable?
Yo: Te estás haciendo un lío, Edward.
Edward: Bueno, bueno... Parece que estás de mal humor hoy, ¿no?
*No pude evitar soltar una carcajada*
Edward: ¿De qué te ríes? *No pudo resistirse y empezó a reírse tímidamente conmigo*
Yo: Me río porque se ve que no me conoces muy bien.
Edward: Bueno, eso se puede arreglar... Solo tenemos que conocernos más. *Me guiña el ojo mientras que mostraba esa amplia sonrisa muy propia de él*
Yo: Vamos a ponernos serios-
Edward: Hey, no vayas tan deprisa que aun nos estamos conociendo *dijo mientras se estaba riendo*
Yo: Oh, qué gracioso *dije sarcásticamente*
Edward: Bueno, bueno... Solo te aviso que no soy una persona muy seria. Pero dime.
Yo: ¿Qué pasaría si resulto ser algo que no esperabas? Porque estás aquí, eso significa que tienes una idea de mí... ¿Verdad? Entonces, ¿qué pasa si no resulto ser lo que creías?
Edward: Quiero intentarlo. Tienes ese algo. Seguramente si no resultas ser mi alma gemela, estoy seguro que te he conocido para que seas parte de mi vida... Aunque sea solo para ser mi amiga. Tienes ese algo. 
Yo: ¿Por qué piensas eso?
Edward: La verdad es que no pensaba... *intentó disimular una carcajada* La verdad es que al principio sentí algo especial, no lo sé. Han sido por aquellas palabras que has dicho y por la manera que has actuado. Eres diferente. Demostraste más de lo que cualquier chica ha demostrado, has demostrado algo diferente de las demás... Has demostrado que eres una fan pero tienes los pies en la tierra, das pequeños saltos pero no llegas a mantenerte flotando, siempre acabas con los pies pegados a la tierra y tuve esa necesidad de llevarte conmigo a los cielos y enseñarte a soñar... Hacer que sueñes conmigo, hacer que compartamos los mismos sueños. Sé que es mucho pero todo ésto pasó en un instante, y quiero luchar para conseguirlo.
Yo: Vaya, ¿has estado pensando en todo eso? *dije bromeando*
*Nos quedamos mirando un instante y empezamos a reírnos*
Edward: La verdad es que sí. No he podido dejar de pensar en el momento en que te volvería a ver... Sé que quieres algo conmigo, no me engañes *me vuelve a guiñar el ojo* 
Yo: Oh, venga. No. El beso fue algo tuyo, señor rizos. Yo solamente quería un autógrafo tuyo y de los chicos... Al fin y al cabo, soy una fan.
Edward: Bueno, pues no me arrepiento de nada.
Yo: Yo tampoco...
*De repente, el silencio nos invadió. Yo seguí leyendo el libro y Edward se acomodó a mi lado. Me metí otra vez en la historia que leía hasta el punto de olvidarme de que Edward estaba ahí. Sin darme cuenta, solté un suspiro*
Edward: ¿Qué pasa?
Yo: Nada, es una cosa que acabo de leer. 
Edward: ¿Puedo preguntar qué fue aquello que has leído y que te hizo suspirar de esa manera?
Yo: Bueno, dirás que es una cursilada... Pero se trata de Ron y Hermione...
Edward: Dime.
Yo: Bueno, es genial ver algo tan bonito y realista... Quiero decir, sólo son amigos pero la manera que Ron mira a Hermione y Hermione a Ron es algo especial y no se dan cuenta de ello. Actúan de una manera tan real... Ron no se da cuenta de nada ya que a Hermione lo ve como una amiga, además, es la típica chica que, digamos, es desinteresada a la hora de los chicos. Aun así, se sabe perfectamente que necesita cariño, que necesita que le digan lo especial, lo guapa y maravillosa que es... Así era Hermione, una chica fuerte y muy lista, seguramente sabía que sentía algo especial por Ron pero no tenía el valor suficiente para dar el primer paso... Las chicas solemos resultar así. Podemos ser todo lo valiente y fuerte que podemos ser, pero a la hora de tratar sobre éste asunto... No podemos levantar la mirada del suelo. La historia de Hermione y Ron es preciosa, es tan real pero a la vez demasiado perfecta... Quizás sea imposible de que pasara.
Edward: Mírame...
Yo: ¿Qué pasa?
Edward: ¿Cómo te estoy mirando?
Yo: No lo sé... ¿Directamente a los ojos?
Edward: Sí, porque quiero ver directamente a tu corazón. Quiero saber si estas deseando un beso tanto como yo. Porque no puedo evitar sonreír cuando te miro, y solamente quiero dejar de mirarte cuando mis labios se están fundiendo con los tuyos... En ese momento cerrar los ojos para sentir más... Para dejar de oír, ver y solamente sentirte... ¿Tú crees que mi manera de mirarte no supera la manera que Ron mira a Hermione?
Yo: Lo tuyo es distinto, no me conoces. Ron y Hermione han vivido mucho juntos... Pero nosotros no sabemos nada del uno y del otro, quizás yo de ti sí pero tú de mi no. Y tú ya estás deseando robarme un beso.
Edward: Te robaría un beso ahora mismo pero siento la necesidad de pedirte permiso. No quiero robarte nada, por ahora. Porque siento que no tengo derecho a ello y quiero que todo vaya a la perfección. Pero, no me has resuelto mi duda... 
Yo: Tengo miedo...
Edward: Yo te protegeré de todo mal que aceche.
*El silencio volvió a apoderarse de todo. Ahí estábamos, cara a cara. Yo no paraba de mirarle los ojos y el a los míos. Yo estaba quieta, ni siquiera podía respirar... Mientras, él tenía la mirada fija y a su vez, se acercaba poco a poco y a medida de que estaba acercando iba cerrando los ojos... Hasta que volvió a pasar como en el último encuentro. Sentía su respiración en mis labios y cuando me quise dar cuenta ya no quedaba espacio alguno que nos separase. Tras ese beso, la cual perdí moción del tiempo, me abrazó, soltó un suspiro, la cual sentí en todo el cuello y me susurró en el oído*
Edward: No quiero que acabe nunca. No quiero que te marches de mi vida. Seguiré luchando hasta conseguirte del todo y no tengo que pedirte un beso. Ésto no será el último beso, ni será el último abrazo. No quiero que seas mía pero quiero que decidas quedarte conmigo... Ahora tú eres mi sueño. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario