sábado, 21 de enero de 2012

Octava Parte - Algo nuevo a la vista

Jawaad: Tock, tock. ¿Puedo entrar?
Yo: Claro, pasa.
Jawaad: ¿Qué haces? *dijo mientras se tumbaba en la cama*
Yo: Leyendo.
Jawaad: ¿Qué lees?
Yo: Harry Potter.
Jawaad: ¿En serio? ¡Vaya! Cada vez me caes mejor *dijo soltando una suave carcajada* Me encanta Harry Potter, tienes buen gusto.
Yo: Gracias, tú también *le guiñé el ojo y volví a leer*

Jawaad se quedó callado, cogió una pelota anti-estrés que había sobre la mesilla de noche de Edward y empezó a jugar con ella.
Quince minutos después Jawaad se quedó dormido. Esto me fastidió un poco ya que dejé de leer porque quería echar una cabezadita y Jawaad se me había adelantado. No pude despertarle porque, vamos, con esa carita de niño pequeño, me iba a sentar mal si interrumpiese su sueño. Así que, le arropé y me fui al salón donde me dormí en el sofá.

Edward me despertó cuando había llegado de compras con James H. Habían comprado comida italiana y todo estaba ya preparado en el comedor. Edward me preguntó porqué estaba durmiendo en el salón y le conté lo que había pasado.
Aquel día estuvo tranquilo, comimos todos juntos, ésta vez sin armar mucho alboroto y después cada uno nos pusimos a hacer una cosa para pasar la tarde.
Edward y Jawaad se pusieron a jugar a la Wii, yo me puse a leer en un rincón del salón y James H estuvo tocando la guitarra. Cada uno estábamos haciendo una cosa diferente pero aun así, todos estábamos haciendo el tonto con lo mismo.
Al rato, me cansé de leer y jugué a la wii con Edward y Jawaad, después, vino James H que dejó la guitarra y se unió nosotros.
Fue una tarde divertida. Por la noche, decidimos salir a cenar todos juntos. James H, insistió en ir en Nandos así que nos dirigimos ahí.

Estábamos en el coche camino a Nandos cuando el móvil de Edward sonó.

Edward: Contestad alguno por favor.

Yo estaba en el asiento del copiloto y tenía el móvil a mi alcance así que contesté yo.

Yo: ¿Diga? El móvil de Edward, ¿con quién hablo?
Alguien: Hola, soy William. ¿Edward se ha contratado una secretaria o qué? *dijo con tono burlón* ¡Mira que es pijo!
Yo: Siento decirte que no soy su secretaria ni nada por el estilo, *me reí* soy la novia de Edward…
William: ¡La famosa novia de Edward! Encantado, tienes una voz preciosa.
Yo: Vaya, gracias…
William: Oye, ¿dónde está Edward?
Yo: Está aquí mismo. Estamos yendo a Nandos y está al volante, por eso contesté yo.
William: Entiendo… ¿Le puedes dar un mensaje de mi parte, por favor?
Yo: Claro, no hay problema, dime.
William: Mañana es el último día que estaré con Elena y volveré por la tarde. Mi coche está averiado y me preguntaba si Edward me podría recoger.
Yo: Entiendo. Espera que se lo pregunto *alejé el móvil de mi y me dirigí a Edward* Es William-
Jawaad y James H: ¡Williaaaaaaaam! *gritaron a pleno pulmón*
Yo: Callad, chicos *me reí y volví a intentar hablar con Edward* Es William y te pregunta si le puedes recoger mañana por la tarde…
Edward: Dile que vale. ¿A qué hora?
Yo: ¿William? *dije al ponerme de nuevo el móvil en la oreja*
William: Sí, dime.
Yo: Edward pregunta a qué hora te recoge.
William: Sobre las cinco, por favor.
Yo: Dice William que sobre las cinco…
Edward: Me parece bien, dile que ahí estaré.
Yo: William, Edward te recoge a las cinco.
William: Muchas gracias, guapa. Que disfrutéis de la cena. Adiós.
Yo: Adiós.

La cena estuvo bien, hubo risas, bromas y muy buen rollo. Todos nos lo estábamos pasando muy bien. Yo me senté junto a Edward, James H se sentó delante de él y Jawaad delante de mí.
En varios momentos se acercaron unas chicas para pedir autógrafos y hacerse fotos con los chicos, el resto de la noche, lo pasamos bastante desapercibidos, sin contar algunas miradas que nos echaban la gente por el ruido que los chicos hacían. ¡La risa de James H es sin duda la más ruidosa! Era una monada de chico, su risa era muy pegadiza y siempre acababa por contagiarme.
Todo iba genial, aunque noté que Jawaad me miraba constantemente, aun así ignoré ese detalle y me limitaba a hacerme la tonta y a sonrojarme, cosa que no podía evitar.

Al terminar, cada uno pagó su parte, después, me fui al baño a lavarme las manos y a limpiarme los dientes con un cepillo que compré en una de esas máquinas expendedoras. Al salir, Jawaad estaba delante de la puerta, parecía esperarme…

2 comentarios:

  1. me esta encantando la historia, sigue asi esta genial!

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    1. Muchísimas gracias :) Espero que sigas la historia hasta, en fin "el final" un beso :) xxx

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