miércoles, 25 de enero de 2012

Capítulo Doce - Hogar, dulce hogar. Doble pillada.


Edward: ¿En serio te tienes que ir?
Yo: *le contesté a la misma pregunta por quinta vez* En serio tengo que irme.
Edward: Jope, es que no quiero que te vayas…
Yo: Ya lo sé, me lo has dicho unas diez veces.
Edward: ¿Y no puedo hacer nada para que te quedes?
Yo: Tengo que volver a mi casa, además estoy pensando en comprar una casa para mí sola o un apartamento y tengo que resolver algunos asuntos.
Edward: ¡Pues ya está! *gritó muy emocionado* Te vienes a vivir con nosotros.
Yo: Oh, no, no, no *dije mientras negaba con la cabeza* No pienso mudarme a una casa con cuatro chicos, ¡es de locos! Además, las facturas de ésta casa supera mis límites…
Edward: ¡Anda, tonta! Tú no usas casi nada y te pago la mitad…
Yo: Que no, mi amor. Si quieres, puedes venirte todos los días que quieras a la casa que compraré…
Edward: En fin, algo es algo. *Se acercó a mi y me besó* Te voy a extrañar muchísimo *me susurró en el oído*
Yo: No seas bobo, no me iré para siempre… Aun así te echaré de menos también.
Edward: Bueno, ya sabes y quiero que tengas en cuenta que un minuto sin ti equivale a un siglo de soledad extrema-
Yo: ¡Mira que eres bobo! *me reí* lo exageras todo.
Edward: Sólo digo la verdad, Prince-
Yo: ¡Eh! *le callé* ¿Qué te dije sobre llamarme eso?
Edward: Que no debería.
Yo: Exacto *le di un beso*

Edward me ayudó a recoger mis cosas, y nos fuimos todos a dormir.
A la mañana siguiente, me despedí de los chicos, pero faltaba Jawaad, no se encontraba en la casa. Al parecer se fue muy pronto y nadie sabía a dónde. Estuve esperando por si llegaba pero pasaron casi dos horas y no apareció. Así que decidí irme ya. Edward me llevó en coche, Louis también iba con nosotros ya que Edward decidió en que se quedara conmigo para así no estar sola ya que él tenía la compañía de los chicos.
En el viaje estuve preguntándome dónde estaría Jawaad. Me preguntaba si me estaba evitando, derepente, mi móvil suena, era un mensaje y era de Jawaad. Decía así: “Espero volver a verte muy pronto y así será. Lo siento por no estar ahí para despedirme en persona. No podía verte marchar. Espero que tengas un buen viaje. Un beso” No sabía que responderle, tras pensarlo unos minutos decidí mandarle ésta respuesta: “Claro que no será la última vez que me veas. Y no te disculpes, al menos me has mandado éste mensaje. Un beso” Era lo mejor que se me podía haber ocurrido, era mejor que nada. Por un instante dudé en que si aquello le estaba dando falsas esperanzas, al fin y al cabo, yo solo quería una amistad con él.
Al fin llegamos a mi casa, era genial volver. Mi madre me estaba esperando en el salón. Edward se quedó a comer con nosotros y estuvo una hora conmigo.
Cuando Edward se marchó, recibí otro mensaje. Era de mi mejor amiga, Noemy. “Bueno, bueno. La desaparecida y la que me dice que no le ha pasado NADA interesante. ¿Y qué me encuentro yo un día cuando me fui a comprar la revista de cotilleos? Sí, sí. Una foto de MI mejor amiga junto a EDWARD, uno de los componentes del grupo más hot del momento. ¿Qué tienes que decir en tu defensa?*
Vaya, ¡qué metedura de pata! No sabía qué era lo que más me había sorprendido, que me pillara mi mejor amiga lo que la había ocultado, a ella y a muchísima gente o el hecho de que al final los paparazzi nos había pillado a mí y a Edward juntos. Decidí mandarle una respuesta que esperaba que me salvaba de mi acción; “Vaya, lo siento. Es que queríamos que fuese un secreto pero al parecer los paparazzi tienen ese poder de meter las narices en todo. ¡Te lo iba a contar, en serio! Pero quería que esto hubiera durado mucho antes de publicarlo y tenerlo seguro… Lo siento de verdad. Mira, vente a casa que te lo cuento TODO. Lo siento, gota. Te quiero” Espero que Noemy lo entienda y espero que me perdonase.
No más de cinco minutos, recibí una rápida respuesta; “Bueno, pavoncia, no pasa nada. Ahora voy y en nada estaré ahí. Pero me lo tienes que contar TODO con PELOS Y SEÑALES” Fue un alivio leer aquellas palabras, era la mejor.
Noemy no tardó nada en llegar a mi casa.

Noemy: Vamos, ¡cuenta, cuenta! *dijo gritando nada más entrar en mi habitación*

No hay comentarios:

Publicar un comentario