martes, 17 de enero de 2012

Cuarta Parte - El regalo

Han pasado tres días desde la cita perfecta, tres días en las que no he podido ver a Edward y tres días en los que he estado recibiendo ramos de rosas cada mañana.
Edward tenía que estar fuera unos días con los chicos e iba a estar muy ocupado con el trabajo, pero aun así, cada día me mandaba un ramo de rosas. Cada ramo llevaba una carta escrita por Edward, donde me decía lo mucho que me extrañaba y quería. Nunca me había pasado nada igual, se veía que se estaba esforzando un montón ya que su vida y la mía eran dos mundos diferentes.
Nos pasábamos horas y horas hablando por teléfono, me decía lo mucho que me quería y lo mucho que me echaba en falta. Yo insistía en que me dijera cuándo iba a volver, pero él insistía en que sea una sorpresa, que un día abriría la puerta y ahí estaría él, con un ramo de rosas en la mano. La verdad es que me hacía mucha ilusión y cada mañana esperaba impacientemente cerca de la puerta deseando que Edward estuviese ahí  poder volver a abrazarle.
Habían pasado cinco días más y yo me estaba volviendo loca. Quería verle, le echaba muchísimo de menos, aquello se había convertido en una necesidad.

Una mañana me desperté gracias a que una canción sonaba desde de mi ventana que daba justo al jardín trasero de mi casa. Era algo extraño, escuché un momento y pude comprobar que aquello que sonaba era una preciosa canción de amor y lo primero que pensé era que a lo mejor, Edward tenía algo que ver con aquello. Así que, me fui rápidamente al baño y me miré al espejo, me eché agua en la cara, me peiné un poco el pelo y me fui corriendo a asomarme en la ventana.
En efecto, ahí estaba Edward con una gran sonrisa en la cara, bien abrigado con una gabardina de color negro, una bufanda beis y un gorro que le dejaba salir los rizos a modo de flequillo. Estaba de pie bajo mi ventana levantando unos altavoces y con un ramo de rosas a los pies. Cuando me asomé, Edward bajó los altavoces y apagó la música.

Edward: ¡Buenos días mi amor! ¡Te he echado mucho de menos! ¡Te amo!
Yo: ¡No grites! ¡Yo también te he echado mucho de menos! ¡Entra en casa que fuera hace mucho frío!

Bajé emocionadísima, ¡por fin estaba aquí! Mi madre y hermana aun estaban durmiendo, por lo tanto, la cocina aun estaba desierta. Abrí la puerta trasera y ahí estaba Edward. No pude evitar correr hacia él y darle un beso.

Edward: Me encanta que sean así nuestros encuentros. *dijo cuando al fin me separé de él*
Yo: Pues que así sean. Ven, pasa, que hace mucho frío…
Edward: Gracias. ¡Ah! Por cierto, lo prometido es deuda, aquí estoy yo y te entrego personalmente estas rosas, ya era hora de hacer las cosas bien.
Yo: Son preciosas, Edward. Como todas las que me mandaste.  Dime, ¿ya has desayunado?
Edward: La verdad es que no. Cuando llegué fui directo a dejar las maletas en casa, pasar por la floristería y bueno, ir a tu jardín y poner la música lo más alto posi- ¡Por cierto! ¿No habré despertado a tu madre y a tu hermana, verdad?
Yo: No te preocupes, siguen durmiendo. Bueno, es un gran detalle lo que has hecho y por eso te prepararé el desayuno… ¿Qué te parece unas tortitas?
Edward: Me parece perfecto, venga, yo te ayudo.

Estuvimos más de una hora preparando las tortitas. Pusimos música para que el trabajo sea más llevadero y nos pusimos manos a la obra. Hubo risas, harina, bromas y un montón de besos. No me importaría que las mañanas sean así para el resto de mi vida.
También hicimos tortitas para mi madre y hermana que no se despertaron hasta que Edward y yo hayamos terminado de desayunar y de limpiar el desastre que habíamos montado.
Después de aquello, Edward se quedó en mi habitación cotilleando todo aquello que se iba encontrando entre mis cosas mientras que yo me estaba duchando.

Yo: ¿Algo interesante? *dije al entrar en la habitación al ver a Edward de pie junto a mi mesilla de noche*
Edward: Oh, vaya, me has pillado. *dijo riéndose* La verdad es que sí, veo que te encanta todo lo que tenga que ver con Harry Potter y que tienes un montón de fotos de un gato negro… Pero no veo ninguno.
Yo: La verdad es que no tengo gato *dije riéndome* y esas fotos son de diferentes gatos negros. La verdad es que siempre me han gustado los gatos, bueno, al menos hasta donde me llega la memoria.
Edward: Interesante… ¡Ah! Y me encanta lo que has hecho en tu pared. *dijo mientras miraba mi pared que estaba decorada con las miles de fotos que Edward y yo nos hicimos con su polaroid* Ahora ya sé porqué no encontraba ninguna foto de aquella noche.
Yo: Lo siento…
Edward: No te preocupes, éstas fotos no serán las últimas que nos haremos *dijo mientras me guiñaba el ojo, me cogía de la barbilla y me levantaba la mirada del suelo y me daba un beso* Bueno, ¿qué quieres hacer hoy?
Yo: La verdad es que hoy iba a quedarme en casa a leer y a pasar el rato…
Edward: Bien, haremos eso. Pero lo de leer no *dijo mientras soltaba una carcajada* vamos a hacer algo juntos. Veamos… ¿qué te parece película y comida rápida?
Yo: Excelente elección señor rizos.

Edward y yo fuimos en coche al centro para ir al video club a alquilar dos películas, The Notebook y Love Actually.  A la vuelta pasamos por una hamburguesería, después al Super a comprar helados y chucherías y al final por una pizzería.
Mi casa estaba vacía ya que mi hermana y mi madre habían salido y no iban a volver hasta la noche.
Edward y yo fuimos a mi habitación a ver las películas. Nos sentamos en el suelo apoyándonos en el lateral de mi cama, y pusimos la comida alrededor nuestra.
Fue una velada romántica, sobre todo cuando Edward decía las frases más bonitas que salían en la película mientras que me miraba a los ojos.

Yo: Vaya, te lo sabes muy bien, ¿eh? *dije bromeando*
Edward: Es que es una película muy bonita y ya lo había visto muchas veces con los chicos.
Yo: Sois unos chicos muy peculiares. ¿Una película de amor en vez de una película de acción? Chicos como vosotros con esos gustos son muy difíciles de encontrar, sobre todo porque la mayoría se esconden y fingen ser unos tipos duros.
*Nos reímos sin más y volvimos a concentrarnos en la película*

Cuando la película de Love Actually se había acabado, decidimos descansar un rato. Nos pusimos a hacer chorradas y ha hacer más fotos con el polaroid. Seguimos así incluso cuando empezamos a ver The Notebook. En la mitad de la película nos pasamos a mi cama y nos quedamos dormidos.  
La verdad es que todo aquello me pareció un sueño, era tan perfecto y le quería muchísimo más que la última vez que estuve con él… Quería quedarme así para siempre.

Cuando me desperté, me llevé una sorpresa. Edward no estaba a mi lado y por un momento pensé que aquello solo fue sueño, pero la tele estaba encendida y lo que quedaba de comida aun estaba en el suelo… Todo era extraño, le busqué por toda la casa pero nada. Intenté llamarle pero nadie me contestaba. ¿Qué está pasando? La verdad es que me estaba enfadando un poco.
Me puse a limpiar todo para distraerme un poco, después, me encerré en mi habitación, puse la música alta y puse en mi puerta un cartel de “No Molestar”.
Pasaron una hora desde que estuve en mi habitación cuando de repente alguien llama a la puerta.

Yo: ¿Quién es?
Alguien: Soy yo, Edward.
Yo: ¿Edward?
Edward: Sí, el mismo…
Yo: ¿Dónde has estado y por qué te has ido sin avisar?
Edward: Es que tuve que hacer una cosa…
Yo: ¿Y te costaba mucho avisar? Creí que habías pasado de mí.
Edward: Por favor, ábreme. Lo siento, quería darte una sorpresa…
Yo: ¿Sorpresa? ¿Quieres decir que querías darme una sorpresa con despertarme y encontrarme sola en la cam- *en ese momento abrí la puerta bruscamente y me di cuenta de lo que llevaba Edward en el brazo* Oh, Edward… *en ese momento mi enfado desapareció por completo* ¿Esto era la sorpresa?
Edward: Sí…
Yo: Me siento fatal por haber llegado a enfadarme contigo…
Edward: No pasa nada, era lógico… Me había ido sin avisar y-
Yo: Pero esto lo compensa completamente, es lo más bonito del mundo… *en ese momento, Edward me miró como diciendo; ¿y yo?* Claro que, tú lo eres más, mi amor. Muchísimas gracias, es precioso…

Es sin duda el mejor regalo que me han hecho y lo mejor era que es nuestro, que es un regalo para los dos y estoy segura que será algo que nos unirá muchísimo más.

2 comentarios:

  1. Me encanta...! espero que haya mas porque me he quedado enganchada y esta buenisimo.
    Espero ansiosa el siguiente capitulo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchísimas gracias! Intento subir un capítulo por día, así que, atenta ;)
      Significa mucho para mi, gracias por leer. Un beso enooooorme :)
      Por cierto, la Quinta Parte ya está subida :) Si tienes Twitter y quieres que te avise cada vez que publico, sígueme ;) @TheInnaVip Besooss :D xxx

      Eliminar